Si te faltan dientes y estás pensando en recuperar tu sonrisa, puede que los implantes cigomáticos sean una alternativa para ti. Este tipo de tratamiento es una opción cuando ha pasado mucho tiempo desde la pérdida dentaria y el espesor de los huesos ya no alcanza para sostener un tornillo o una prótesis de manera convencional.
Las rehabilitaciones orales con implantes son una de las mejores opciones a la hora de recuperar la estética y las funciones bucales perdidas. Este tratamiento consiste en colocar tornillos en el espesor de tu hueso maxilar para que actúe como una raíz dentaria.
Sobre este aditamento, luego se sujeta la prótesis. Con los implantes dentales, conseguirás muchas ventajas para tu boca, que volverá a tener una apariencia bonita y la capacidad de comer y hablar como antes.
Pero muchas veces, los rebordes de los maxilares se han reabsorbido y no hay suficiente cantidad de hueso para sostener los tornillos. En estos casos, los implantes cigomáticos son una alternativa al tratamiento convencional.
Así, a pesar de tener poco tejido óseo, podrás lograr la sonrisa atractiva y funcional que tanto deseas. Veamos en detalle qué son los implantes cigomáticos y cuándo se utilizan.
¿Qué es un implante cigomático?
Los implantes cigomáticos funcionan de la misma manera que uno convencional, actuando como un soporte en el hueso que sostiene la prótesis que repone los dientes perdidos. La diferencia con los tratamientos habituales es que, en este caso, el tornillo en vez de insertarse en los rebordes de tus maxilares, se coloca en tu hueso cigomático.
Su uso se limita a algunos casos particulares, en los que el espesor del hueso maxilar no es suficiente para realizar un tratamiento tradicional. Si tienes poca cantidad de tejido óseo o su calidad no es la apropiada, un implante convencional no te dará el anclaje que necesitas.
Los implantes cigomáticos se colocan de manera diagonal en tu hueso malar, que es el arco óseo que forma tus pómulos. También existe la posibilidad de colocarlo sobre tu hueso pterigoideo.
Debido a la mayor distancia entre los dientes y la estructura ósea en la que se coloca el implante, los tornillos que se usan son más largos que los convencionales. Llegan a medir entre 30 y 55 milímetros (mm), mientras que los tradicionales no suelen sobrepasar los 10 mm.
La ventaja que tienen estos huesos es que no se reabsorben, asegurándote así un anclaje adecuado. Contar con este tipo de soporte óseo te permitirá llevar una prótesis fija y estable y, con ella, recuperar tu sonrisa.
El hueso cigomático
Para que comprendas mejor la zona de la cara sobre la que se colocan los implantes cigomáticos, te contaremos sobre la anatomía de esta área.
Las raíces de los elementos dentarios de arriba están alojadas en la porción alveolar de los maxilares superiores. Se trata de dos huesos, uno a cada lado de tu cara, unidos en el centro de tu rostro. En su interior poseen una cavidad aérea cubierta de mucosa, llamada «seno maxilar».
Tus senos maxilares, junto con los frontales, etmoidales y esfenoidales, forman lo que se conoce como «senos paranasales». Son 8 cavidades presentes en el interior de los huesos, 4 a cada lado de a la cara, que se comunican con tus fosas nasales. Cumplen funciones muy importantes en la respiración y en la fonación.
Hacia atrás y afuera de tu rostro, los maxilares superiores se articulan con el hueso malar o cigomático. Esta estructura constituye una porción de la órbita y conforma la parte ósea de tu pómulo, en la zona más externa de tu cara.
¿Cuándo se usa un implante cigomático?
Ya te adelantamos que los implantes cigomáticos son de utilidad si has perdido tus piezas dentarias y no tienes una estructura ósea adecuada para darle soporte a los aditamentos convencionales.
Si perdiste piezas dentales y no las repusiste de inmediato, es probable que tu hueso dental se haya reabsorbido. Esto se debe a que, sin raíces, tu maxilar dejó de recibir los estímulos y las fuerzas de la masticación. Entonces, va perdiendo altura.
La calidad de tu hueso también puede ser un impedimento para la inserción de un implante convencional. Además, tu edad, sexo, haber sufrido algún traumatismo en la cara o padecer enfermedades óseas, pueden ocasionarte problemas con los tratamientos tradicionales.
Pero no te desanimes. En estos casos podemos buscar otras opciones para que no te quedes sin la sonrisa que deseas.
Los implantes cigomáticos son una de estas alternativas que permiten colocar un tornillo en otro sitio y así llevar una prótesis firme en tu boca. Este hueso ofrece una superficie adecuada para lograr la osteointegración de los aditamentos y así conseguir la estabilidad que buscamos.
Es cierto que este tipo de intervención es bastante más compleja e invasiva que una cirugía de implantes convencionales. Para determinar si es la mejor opción para tu caso, estudiaremos en profundidad todas las alternativas posibles y elegiremos la más conveniente.
En general, recurrimos a este tipo de procedimientos cuando otras opciones más simples no son viables. Por ejemplo, podríamos considerar colocarte implantes cigomáticos si tenemos que rehabilitar tu arcada superior completa tras haber pasado varios años sin dientes y si la pérdida de hueso es extrema.
¿Cómo se colocan los implantes cigomáticos?
Como te decíamos, antes de colocarte un implante cigomático, buscaremos otras posibles estrategias para devolverte la sonrisa. Pero si agotamos las demás opciones de rehabilitación y vemos que este tratamiento es el más adecuado para ti, te haremos todas las pruebas y estudios necesarios para planificar tu cirugía de manera personalizada.
Realizaremos la intervención bajo anestesia local y, si lo necesitas, podremos complementarla con sedación consciente para que estés más relajado.
Luego, realizamos la cirugía propiamente dicha, haciendo los orificios en el hueso para insertar el implante. Esto lo hacemos de manera diagonal, utilizando una angulación que definimos de manera previa al planificar tu intervención.
Contamos con diferentes técnicas quirúrgicas para insertar el implante en tu hueso cigomático. Según tu caso, podremos atravesar tu seno maxilar para llegar hasta el tejido óseo.
Otras veces, en cambio, podremos hacer una intervención extrasinusal, colocando el aditamento por fuera del maxilar. Lo introducimos de manera directa sobre el hueso de tu pómulo, cubriéndose solo por tejido blando.
La elección del tipo de maniobra quirúrgica la haremos en función a tu anatomía, las particularidades de tu seno, el tejido óseo circundante y tus propias necesidades. Incluso, si tu caso lo permite, podemos combinar esta intervención y colocar implantes convencionales en las zonas donde tu hueso maxilar lo permita.
Este tipo de procedimiento nos permite la colocación inmediata de la prótesis, por lo tanto, el mismo día de la cirugía podrás irte con tu dentadura provisoria colocada. Cuando tus tejidos terminen de cicatrizar te colocaremos la prótesis definitiva fija.
Ahora sí ya podrás usar y lucir tu nueva sonrisa: bonita y funcional.
Posibles complicaciones de los implantes cigomáticos
Ya te adelantamos que la cirugía que hacemos para colocar los implantes cigomáticos es más compleja e invasiva que una convencional. Los aditamentos son introducidos hasta la zona de tu pómulo con una angulación particular, en general, de manera bilateral.
Nuestra amplia experiencia y los aparatos específicos que utilizamos nos permiten ser muy precisos. Pero dada la profundidad de la zona, la cercanía a otras áreas anatómicas y la dificultad del proceso quirúrgico en sí, existe el riesgo de que aparezcan algunas de las siguientes complicaciones:
- Inflamación de la zona.
- Dolor.
- Periimplantitis.
- Sangrado.
- Sinusitis o rinosinusitis.
- Infecciones posoperatorias.
- Parestesia del nervio cigomático.
También debes saber que el posoperatorio es más molesto y prolongado que el de una cirugía de implantes habitual. Si sigues nuestras recomendaciones y tienes los cuidados apropiados, tus tejidos se recuperarán de manera adecuada.
¿Qué otras alternativas tengo para colocarme un implante sin hueso?
Si has perdido hueso de tus maxilares, antes de sugerirte un implante cigomático, estudiaremos tu caso clínico con detenimiento. En este tipo de evaluación consideraremos otras opciones que nos permitan recuperar tu sonrisa de manera más sencilla.
Estas son algunas de las posibles alternativas a los implantes cigomáticos:
- Injerto de hueso: cuando la pérdida de hueso no es extrema podemos aumentar la altura de los rebordes alveolares haciendo un injerto de hueso. Consiste en colocar un relleno a base de hidroxiapatita y calcio para conseguir una mayor superficie ósea que asegure la sujeción de un implante dental convencional.
- Elevación del seno maxilar: otra manera de conseguir mayor espesor del hueso maxilar en el sector posterior es a través de un procedimiento llamado «elevación de seno». Consiste en una intervención quirúrgica que disminuye el tamaño de esta cavidad y permite ampliar la cantidad de hueso disponible para insertar el implante convencional.
En nuestra clínica dental consideraremos todas las alternativas disponibles y elegiremos la mejor opción para tu caso. Puedes confiar en que nuestra mayor prioridad es tu salud y bienestar.
Una posible solución
Los implantes cigomáticos pueden ser una opción adecuada para que recuperes tu sonrisa si la pérdida de tu hueso maxilar no nos permite otras formas de rehabilitación. Si bien se trata de una cirugía más compleja, contamos con la formación y la experiencia suficiente para realizar este tipo de procedimientos con éxito.
La estructura ósea del hueso cigomático brinda la estabilidad y el sostén que necesitamos para que el implante soporte tu prótesis fija. Con esta técnica mejoraremos tu calidad de vida y podremos devolverte tu sonrisa. No dudes en contactarnos y quitarte todas las dudas al respecto.